Cualquier estanque, por pequeño que sea, es un lugar rebosante de vida; insectos, anfibios, minúsculos microorganismos...Un estanque aporta frescor y armonía al jardín y puede contribuir de forma significativa a la biodiversidad.
Un jardín acuático también permite disfrutar de un amplio abanico de plantas que difícilmente puedes encontrar en otro lugar. Las plantas acuáticas mejoran la calidad del agua filtrando metales y sirven de cobijo a la fauna acuática. Existen varios tipos de plantas según su ubicación en el estanque:
- Plantas marginales. Las raíces no necesitan estar continuamente inundadas pero si necesitan tierra húmeda.
- Plantas sumergidas. Parte de la planta crece bajo el agua y la otra parte en la superficie.
- Plantas flotantes. No necesariamente arraigadas al suelo y flotan en la superficie del agua
- Plantas oxigenadoras. Crecen totalmente bajo el agua.
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